
























Más de medio siglo de existencia avala a este automóvil, icono de la industria de la automoción norteamericana. Su leyenda se forjó gracias a un personaje mítico, Carroll Shelby, que unió sus fuerzas con Ford, aportó toda su experiencia como preparador de vehículos de competición y la aprovechó para dar un toque mágico a las primeras generaciones del Ford Mustang. El GT500®, se vendió más que el GT350® y fue el Shelby de mayor éxito.
Más de cincuenta años después de su nacimiento, podemos disfrutar de esta reproducción a escala 1/6 de un coche legendario, una extraordinaria maqueta que es un homenaje a una época irrepetible.
Una oportunidad única para construir paso a paso tu propio Ford Mustang Shelby GT500® de 1967, un coche mítico para los amantes de la velocidad y la competición.
Descubre una obra editorial exclusiva
Su pasión por los coches y por la velocidad llevaron a Shelby a participar en numerosas carreras. Descubre este personaje y su apasionante leyenda, vinculada para siempre a la historia de Ford a partir de la creación del famoso Ford Mustang.
A lo largo de la colección descubrirás todas las novedades de la marca en el mundo de la competición, sus grandes éxitos comerciales, sus rivales en el mundo de la automoción...
Una historia legendaria de uno de los más grandes fabricantes estadounidenses de coches de todos los tiempos.
Las páginas centrales permiten seguir el montaje detallado, con fotografías e instrucciones claras y precisas. Una maqueta espectacular que hará disfrutar tanto a los expertos en modelismo como a los que se inician en él.
El lanzamiento del Mustang.
Tras mostrar el prototipo en 1962, Ford decidió dar luz verde a la comercialización del Mustang en 1964. Se trataba de ofrecer un vehículo de línea atractiva, elevadas prestaciones y conducción divertida. No tuvo que pasar mucho tiempo para comprobar el éxito de la idea.
El indomable Shelby GT500.
La ambición de contar con el mejor «muscle car» llevó a Ford a colaborar con Carroll Shelby en un nuevo proyecto, cuyo fruto fue el Mustang Shelby GT500. Este automóvil, lanzado al mercado en 1967, poseía una mecánica excepcional que causó sensación entre los amantes de los autos deportivos.
Shelby debuta en competición.
La afición de Carroll Shelby por la competición lo llevó a participar en diferentes disciplinas automovilísticas, desde pruebas de aceleración corta hasta carreras monomarca. Empezó en 1952 y en un par de años era ya un piloto cotizado, tanto por su rapidez como por su calidad.
El Mustang Boss 351.
El éxito cosechado en 1969 con la versión Boss 302 del Mustang animó a los responsables de Ford a lanzar una nueva entrega de este modelo, coincidiendo con algunos cambios introducidos en el vehículo en 1971. Su impactante imagen y prestaciones le merecieron de nuevo el calificativo de «Boss».
Shelby y las NHRA Series
En 1968 Carroll Shelby se había consolidado como un prestigioso preparador de automóviles de competición. Pero el piloto y preparador era un amante de los retos y se introdujo en una nueva especialidad: las carreras de aceleración. Para ello, Shelby se asoció a Don Prudhomme, una estrella en este tipo de pruebas.
El Mustang Mach 1
En su afán por ofrecer diferentes opciones a sus clientes, Ford desarrolló desde finales de 1966 una estilizada variante de carrocería para el Mustang. La rma del óvalo bautizó este modelo como Mach 1 y lo lanzó al mercado en 1969. Posteriormente, la denominación Mach 1 ha sido utilizada por diversas generaciones de Mustang.
El Mustang en competición
El carácter deportivo del Ford Mustang hizo que su aparición en el mercado y su debut en las carreras de autos se produjeran casi al mismo tiempo. Gracias al trabajo de Shelby, el vehículo poseía la potencia y el comportamiento necesarios para lograr el éxito en diferentes tipos de competición.
La alianza de Shelby y Ford
La muerte de Carroll Shelby en 2012 dejó un importante vacío en la historia del Ford Mustang, un modelo que debe gran parte de su éxito a este apasionado de los autos y la velocidad. Todo empezó en el año 1965, con el lanzamiento del Mustang Shelby GT350.
Carl Edwards se convirtió en abril de 2011 en el primer piloto en ganar una carrera de las NASCAR Nationwide Series al volante de un Mustang, un hito deportivo que se suma al brillante palmarés del carismático «muscle car» de Ford.
En 1969, Ford lanzó al mercado una versión especial del Mustang, inspirada en el auto vencedor en los campeonatos de velocidad Trans-Am de 1966 y 1967. Con el paso del tiempo, esta versión se ha convertido en una de las más legendarias del modelo americano.
La carrera de Carroll Shelby como piloto fue meteórica. Sus triunfos en Estados Unidos, junto a logros como los récords de velocidad conseguidos en Boneville, lo convirtieron en un piloto respetado y deseado, lo que le permitió dar el salto para competir en Europa.
Tras mostrar sus credenciales con el Shelby Cobra 289, Carroll Shelby puso en marcha la construcción del Shelby Cobra 427. Aunque el objetivo inicial era la competición, el automóvil no fue homologado y acabó convirtiéndose en uno de los coches de calle más radicales, deportivos y apasionantes de la historia.
Participar en el campeonato de automovilismo más popular de Estados Unidos en la década de 1960 permitió a Ford aumentar el prestigio del Mustang y demostrar que su «muscle car» podía competir contra los mejores coches del momento.
Desde un primer momento, el Mustang participó en todo tipo de competiciones y, gracias a su potencia, siempre fue considerado como un rival temible. Sin embargo, su capacidad fue puesta en duda cuando se supo que participaría en los rallies más importantes de Europa.
El Mustang Cobra Jet es un coche asociado a la potencia y la velocidad desde su triunfo en el campeonato de aceleración de la NHRA en 1968. Cuatro décadas después Ford conmemoró los éxitos entonces obtenidos con una puesta al día de su mítico modelo.
Carroll Shelby tuvo que abandonar la práctica del automovilismo en 1960, cuando los médicos le detectaron una angina de pecho. El tejano puso fin a su carrera como piloto ganando el campeonato organizado por el United States Auto Club.
En 1966, Ford diseñó un Mustang con carrocería familiar y lo bautizó con el nombre de Station Wagon. El prototipo ofrecía un gran espacio interior, pero también presentaba fallos en su diseño, por lo que nunca llegó a comercializarse.
La carretera 66, que cruza Estados Unidos de este a oeste, fue durante décadas una importante vía comercial que proporcionó riqueza y contribuyó al desarrollo de muchos estados y ciudades de Estados Unidos. Convertida hoy en una ruta histórica, el primer tramo se inauguró en la década de 1920.
Ford creó en 1993 una división denominada Special Vehicles Team (SVT), dedicada a preparaciones específicas de carácter deportivo y elevado rendimiento mecánico. El Mustang se benefició de las potentes versiones realizadas por el SVT hasta el año 2004.
Detroit es conocida como «la ciudad del motor» porque allí se ubicaron todas las grandes marcas americanas de coches. Durante años, esta localidad marcó el ritmo del sector del automóvil en todo el mundo, pero se vio duramente golpeada por la crisis del petróleo de la década de 1970. En pleno siglo XXI, Detroit resurge de sus cenizas.
En la década de 1960 Carroll Shelby puso en marcha el Terlingua Racing Team, el cual tomaba su nombre de un pueblo minero cercano a la frontera mexicana. Décadas después, el nombre de Terlingua seguía siendo muy popular entre los aficionados americanos y ello animó a Ford a utilizarlo en una serie limitada del Mustang.
El nacimiento del Mustang fue obra de un eficiente equipo liderado por el carismático Lee Iacocca, quien siempre tuvo un don especial para captar los gustos y las necesidades de los usuarios estadounidenses. Ingeniero industrial de formación, Iacocca llegó a convertirse en presidente de la compañía.
Carroll Shelby y el Special Vehicles Team (SVT) de Ford crearon en 2007 el Mustang Shelby GT500, un espectacular deportivo dotado de un motor V8 de 475 CV. Habían transcurrido cuarenta años desde el lanzamiento del primer Mustang preparado por Shelby, pero la filosofía que animó aquel proyecto seguía plenamente vigente.
A lo largo de su historia, el Ford Mustang ha sido protagonista en alguna de las mejores películas de acción de Hollywood. Entre ellas, destaca de manera especial Bullitt, un film de 1968 protagonizado por Steve McQueen y por un singular Mustang GT390.
El Mustang tuvo un gran éxito desde el mismo instante de su lanzamiento. En un tiempo récord, el deportivo de Ford se convirtió en un auténtico fenómeno de masas y muy pronto fue considerado como algo más que un simple automóvil.
Ya retirado de la competición, Carroll Shelby se marcó el reto de crear un coche deportivo propio. La idea empezó a tomar forma cuando se dio cuenta de que un compacto motor V8 de Ford podía encajar en el chasis y bajo el capó de un pequeño deportivo llamado Cobra.
Aunque tuvieron su origen en Australia, las camionetas con la parte de atrás descubierta, conocidas popularmente como pick-ups, alcanzaron su cénit en Estados Unidos, donde hoy lideran las listas de ventas de vehículos. Todo empezó en 1933, por pura necesidad.
Tan solo tuvieron que pasar dos años desde el inicio de su comercialización para que el Mustang alcanzara la cifra de un millón de unidades vendidas. Curiosamente, la historia del Mustang número un millón está asociada a la de la primera unidad salida de la cadena de montaje.
Una de las claves del éxito del Ford Mustang fue la posibilidad de elegir entre diversos formatos de carrocería. Uno de los que tuvo mayor éxito fue el descapotable, denominado «Convertible», que contaba con elementos propios de un vehículo de lujo y de altas prestaciones.
Sin modelos de cosecha propia desde la década de 1960, Shelby se propuso entrar en el siglo XXI con una versión moderna del mítico Shelby Cobra. Para ello, el célebre preparador creó el Shelby Serie 1, un vehículo de filosofía similar al modelo clásico, pero adaptado a los nuevos tiempos. Este exclusivo deportivo fue comercializado entre 1999 y 2003.
Aunque el concepto de todocamino parece muy moderno y actual, lo cierto es que ya a finales de la década de 1950 algunas marcas americanas se plantearon la necesidad de diseñar vehículos válidos y cómodos para circular tanto por pistas de tierra como por asfalto.
Durante las últimas tres décadas del pasado siglo el campeonato estadounidense IMSA Camel GT resultó ser un excelente escaparate para el Mustang, en el que el coche de Ford demostró su potencial deportivo frente a las marcas rivales.
No todos los vehículos diseñados por la industria estadounidense han sido pensados para su utilización en nuestro planeta. Un puñado de ellos nacieron para circular por el más alejado e inhóspito de los escenarios: el espacio exterior. Hoy los coches lunares son un aliado estratégico de la exploración espacial.
En la década de 1960 Ford y Carroll Shelby, en colaboración con la compañía Hertz, crearon el Mustang Shelby Hertz, un automóvil que se podía alquilar para competir en carreras de coches. Cuatro décadas después, Shelby decidió revivir aquella versión del Mustang con dos series limitadas.
En 2003 Ford y Carroll Shelby reemprendieron su colaboración y, un año después, la firma del óvalo presentó el Ford Shelby Cobra, tributo al modelo original de 1962. En 2005, Ford repitió la operación con otro prototipo, el GR-1, inspirado a su vez en el Cobra Daytona Coupé.
En el año 2012 se creó la asociación Friends of Carroll Shelby con el fin de construir un coche único para rendir homenaje a la figura del genial preparador, que había fallecido aquel mismo año. La base elegida para este proyecto fue la última versión del Mustang Shelby GT500 Cobra.
La fría Alaska cuenta con algunas de las carreteras más duras y peligrosas del mundo. El hielo, la nieve y las condiciones extremas imperan en ellas durante buena parte del año, pero todos estos inconvenientes no impiden que sigan siendo recorridas por centenares de miles de vehículos.
La búsqueda de libertad y el deseo de experimentar grandes sensaciones formaban parte del imaginario del llamado «sueño americano». Los automóviles descapotables fueron uno de los grandes reclamos para hacer posible esa ilusión.
Oficialmente, solo la tercera generación del Mustang fue adaptada para su uso policial. No obstante, las dos últimas generaciones del deportivo de Ford activaron la imaginación de algunos preparadores, que convirtieron el Mustang en un coche patrulla, aunque solo fuera conceptualmente.
Entre 1964 y 1965, Carroll Shelby construyó seis unidades del Shelby Cobra Daytona Coupé, con el objetivo de derrotar a los Ferrari 250 GTO en la Clase GT del Campeonato del Mundo de Resistencia. El éxito y los triunfos convirtieron a este automóvil de Shelby en una auténtica leyenda.
Shelby American ha creado algunos de los Ford Mustang más espectaculares de la historia, pero siempre hay clientes que desean coches aún más especiales. Para ellos, la marca elabora las preparaciones Super Snake, que convierten al Mustang en un auténtico depredador del asfalto.
El espectacular GT390 que Steve McQueen conducía en Bullitt, una película de 1968 dirigida por Peter Yates, se ha convertido con el paso de los años en un coche de leyenda. Tanto es así, que Ford decidió rendir tributo a este modelo y en el año 2001 lanzó el Mustang GT Bullit.
Hoy en día, el nombre de Carroll Shelby continúa asociado a los vehículos de Ford de alto rendimiento. La firma del óvalo y el famoso preparador reanudaron su colaboración en el año 2005 para crear los Mustang más potentes y deportivos de la gama, entre los cuales destaca el Shelby 1000 lanzado en 2012.
Uno de los modos de ir en coche desde San Francisco hasta Las Vegas es cruzar el Valle de la Muerte, uno de los desiertos más cálidos del planeta. Hoy en día, realizar esta ruta no supone ninguna dificultad especial, pero durante muchos años fue toda una aventura cargada de riesgos.
Al mismo tiempo que el Mustang era lanzado en Estados Unidos, Ford decidió exportar su deportivo a Alemania con el convencimiento de que se trataba de un mercado en el que su nuevo vehículo encajaría muy bien. Para poder vender su coche en Europa solo fue necesario efectuar ligeras variaciones... y cambiar su nombre.
Los aficionados estadounidenses al automovilismo siempre han sentido una gran fascinación por las 24 Horas de Le Mans, a la que consideran como la más carismática de las carreras que se celebran en Europa. La pasión por esta prueba es tal que dio origen a las American Le Mans Series, un campeonato de resistencia al estilo europeo que adquirió un gran prestigio en unos pocos años. Gracias al buen trabajo realizado, esta especialidad gozó de una mayor popularidad entre el público estadounidense.
Desde su mismo lanzamiento, el carácter deportivo del Mustang propició que el coche de Ford tuviera un papel estelar en el mundo de la competición. De este modo, el mítico automóvil ha sido protagonista en infinidad de campeonatos y también ha desempeñado el papel de pace car o «coche de seguridad» en múltiples carreras.
Para los amantes del motor, la Blue Ridge Parkway, que atraviesa los Apalaches desde Virginia hasta Carolina del Norte, es un destino casi tan emocionante como la mítica Ruta 66. Con un entorno salvaje y agreste, esta carretera exige muchísimo a conductores y máquinas.
Aunque fue en 1964 cuando empezó a comercializarse el Mustang, dos años antes pudieron verse los primeros prototipos que acabaron por configurar el modelo definitivo. Ford puso todo su empeño en el desarrollo de este vehículo.
El Mustang de segunda generación nació en 1974 con una reducción de prestaciones que no gustó a los incondicionales del modelo. Ford, que había adaptado su «muscle car» a un contexto de crisis económica, tuvo que reaccionar para no defraudar a sus clientes y lanzó al mercado las versiones Cobra y King Cobra.
Durante años fue el salón del automóvil más importante del mundo, donde la industria estadounidense exhibía con orgullo sus avances tecnológicos. Y aunque hoy ha perdido algo de brillo frente a otros certámenes, la muestra de Detroit sigue siendo una cita automovilística imprescindible.
Los Shelby Cobra continúan siendo coches muy valorados por los amantes de los automóviles deportivos. En 2006 Shelby American Inc. reanudó su producción y actualmente ofrece tres modelos míticos a precios competitivos.
Tras el éxito del lanzamiento del Mustang, Ford desarrolló en 1968 una intensa actividad para reforzar la imagen de su «muscle car» y mantener sus espectaculares cifras de ventas. Una de las iniciativas realizadas en este sentido fue lanzar una edición limitada denominada «California Special».
Los motorhomes surgieron con el fin de salvar cómodamente por carretera las enormes distancias que hay entre un punto y otro de Estados Unidos a causa de la inmensidad del territorio. Se trata de auténticas «casas con ruedas», en cuyo interior los viajeros pueden disfrutar de todas las comodidades y sentirse realmente como en su propio hogar.
Las carreras de aceleración organizadas por la NHRA son una de las disciplinas automovilísticas más populares de Estados Unidos. Gracias a sus prestaciones, el Mustang ha obtenido importantes resultados en esta especialidad, en la que destacó sobre todo a finales de la década de 1960 y durante toda la siguiente.
En 1970, Ford creó en su Centro de Diseño de Michigan un prototipo denominado Milano Concept que, si bien no llegó definitivamente al mercado, sirvió para inspirar ciertos elementos en la renovación del Mustang y en el diseño de posteriores modelos de la marca del óvalo.
Un encargo del Ejército de Estados Unidos a una empresa de Ohio dio paso al primer auténtico todoterreno de la historia. Se trataba del Willys, que cumplió las funciones militares para las que fue creado y que, más tarde, gozaría de un uso civil intenso y muy variado.
Shelby American Inc. ha sabido adaptarse al siglo XXI creando productos pensados para la nueva era de la automoción. Una de sus espectaculares preparaciones, presentada en 2013, ha convertido un coche tan popular como el Ford Focus en un auténtico «pura sangre» de uso cotidiano.
Tras el lanzamiento del Mustang en 1964, Ford pasó a liderar el mercado de los «muscle car», una posición por la que también pugnaban los vehículos de otras marcas. El Plymouth Barracuda fue el primer rival del deportivo de Ford, pero no el único puesto que más tarde tuvo que competir con otras propuestas de Chrysler y General Motors.
El Jeep, durante años el coche más emblemático del ejército estadounidense, ha sido un vehículo sumamente versátil, hasta el extremo de que se ha intentado que surcara los mares y resistiera el impacto contra el suelo al descender desde un helicóptero. Aunque estas dos tentativas concretas no tuvieron éxito, sí funcionó perfectamente su transformación en microbús.
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SHELBY® , CARROLL SHELBY'S SIGNATURE & INITIALS@ , GT-500® , THE SHELBY MODIFICATIONS TO CREATE THE SHAPE AND DESIGN OF THE 1960S SHELBY GT-500 VEHICLE(TM) are registered trademarks and/or the tradedress of Carroll Shelby and Carroll Shelby Licensing, Inc. (Shelby), COBRA and the COBRA SNAKE Designs are trademarks of Ford Motor Company user under license.
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